Oye, tía, soy blogger

Este post nos hará perder el 90% de nuestros lectores, estoy seguro. Aunque como no nos lee ni Charlie Sheen, no notaremos la pérdida y podremos seguir desvariando como hasta ahora sin miedo a precipitarnos al vacío y más allá.

Hoy vengo a rajar. Hay blogs y blogs. Hay blogs de frikis, hay blogs-diarios, hay blogs de cocina, hay blogs de política, blogs de fiestas, blogs de relatos, blogs de reseñas. Y luego están los blogs de moda, cuyos autores se consideran a sí mismos (y son considerados por la mayoría de medios) blogueros, bloggers. A secas. Como si fueran los únicos.

Lo mejor de esos blogs de moda es que muchos se limitan a copiarse unos a otros, y sus contenidos son colecciones de marcas fusiladas a modo de entradas. ¿Que Zara presenta su colección de verano? Le pillo las fotos y ya tengo post. ¿Que Forever21 enseña un avance de otoño? Copiar, pegar y post. Vale, que sí, hay blogs de moda que no fusilan contenido de las firmas de moda. Hay bloggers que se fotografían y ponen sus looks, añadiendo -¡oh!- la información importante de cada prenda (marca y lugar de compra).

VAMOS NO ME JODAS.

Existen cientos de webs y redes sociales que sirven exactamente para lo que tú haces con tu blog: te haces fotos con tus looks superoriginales, los etiquetas por colores, marcas y tal, y los pones para que la gente los comente y vote. EXACTAMENTE lo que haces con tu blog. Y si no te gustan esas webs porque te confunden como la noche confundía a aquél, tienes una alternativa aún con más caché, casi vintage: Fotolog. Esa red moribunda que conoció tiempos mejores antes del auge de Facebook sigue existiendo y es precisamente lo que buscas: un sitio para hacerte fotos y que la gente las admire. Claro que tendrás que luchar para sobresalir entre hordas de niños, chonis, emos y egologgers. Aunque con tu estilo y gracia natural eso no será problema, ¿no?

Pero buah, ¡queda tan bien decir que eres blogger!